agosto 22, 2007

escala de tiempo

imagen de uno de los primeros capitalista sobre el planeta ...

la caza es parte del mundo natural .... lo es el odio? la apropiación? mmm ... eso es cultural, parte de la historia que en algún momento empezamos a cultivar (conservar como forma de vida)


el problema es que con el tiempo hemos perdido de vista el origen de esta forma de vida (patriarcal) y nos hemos hecho ciegos a que se trata de una interpretación, una forma de vivir, entre tantas otras ... y hoy en día llegamos a que el neoliberalismo es la interpretación dominante ... ¿eso la hace la mejor de todas? ...

.... veo a muchos "monos" venerando al Dios dinero, enceguecidos ...


te invito a dar vueltas por otro mirador ;) .... click acá


UN DATO PARA ANALIZAR:

En la primera división de los ricos

Del material recogido se infiere lo siguiente: el 90 por ciento de la riqueza mundial (ingreso familiar neto) está concentrado en Norteamérica, Europa y en la región pacífico-asiática (Japón y Australia). Sólo a Norteamérica –con un seis por ciento de la población adulta del mundo— le corresponde un tercio del ingreso mundial; a la India, con más de un 15 por ciento de la población adulta mundial, en cambio, sólo corresponde un escaso uno por ciento. Pero también entre los países ricos del norte varía de modo considerable el nivel de riqueza. Del 1 por ciento mundial de los ingresos familiares privados más altos, a Irlanda le corresponde el 10,4 por ciento; a Suiza, no menos del 34,8 por ciento; y a los EEUU (a causa de la notoria incompletud de los datos acerca de los muy ricos), “solo” un 33 por ciento. A lo que hay que añadir que a los grupos situados en la cúspide del 10 por ciento de ingresos más altos en EEUU corresponde casi un 70 por ciento del ingreso familiar privado de todo el país; en China, el 10 % en la cúspide detenta exactamente un 40 por ciento.

Quien quiera pertenecer a la primera división de los ricos de este mundo, debe disponer de una fortuna superior a los 500.000 dólares. Este grupo de cabeza comprende en total unos 37 millones de adultos. Desde el año 2000, sin embargo, la suma mínima para ascender a esa categoría ha aumentado, según se estima, en un 32 por ciento.

De ahí se sigue que un buen 85 por ciento de la riqueza mundial pertenece al decil más elevado. Para contarse en ese grupo del 10% de los elegidos, hay que poseer, de promedio, cuarenta veces más que el ciudadano promedio del mundo. En la mitad baja de esa pirámide, sin embargo, la mitad de la población mundial adulta tiene que conformarse con un 1 por ciento de la riqueza mundial.

Tomemos la famosa tarta dilecta de damas y caballeros conservadores que quieren convencerse –y convencernos— de que cualquier redistribución es un sinsentido, puesto que, como es obvio, no se puede distribuir más de lo que se produce. Traslademos la estructura de la distribución mundial de la riqueza a un grupo de diez personas que se parten la consabida tarta. Tenemos entonces que imaginarnos a un caballero que exige para sí el 99% de la tarta, mientras que los otros nueve tienen que repartirse el resto. Si la tarta fuera redistribuida, el caballero no se moriría, y los otros nueve les iría visiblemente mejor.

¿Dónde están los ricos y los muy ricos de la Tierra? Norteamérica, Europa, Japón y Australia ya fueron mencionados. En EEUU, por ejemplo, viven el 37 por ciento de los muy ricos; luego viene Japón, con un 27%. A Brasil, India, Rusia, Turquía y Argentina, les corresponde, a cada uno, un escaso 1% del grupo de cabeza global; China tiene ya un 4.1 por ciento de los ciudadanos más ricos del mundo. Según el estudio WIDER, en el año 2000 había ya 13.5 millones de personas que tenían más de un millón de dólares (notoriamente más, pues, de lo que indican los estudios de los administradores de fortunas Merrill-Lynch y Forbes), y exactamente 499 fortunas de más de mil millones de dólares. Ahora serán bastantes más.

Michael R. Krätke es un analista político especializado en problemas sociales y económicos que escribe regularmente en el semanario alemán de izquierda Freitag.

Michael R. Krätke

sinpermiso.info



4 comentarios:

umita dijo...

lea a Félix Guattari

Capitalismo mundial integrado

Antes de que apareciera la globalización, movimientos sociopolíticos —socialistas, comunistas, anarquistas, feministas, ambientalistas, lésbico, homosexual— habían pensado en la importancia de desarrollarse tanto en el ámbito nacional como internacional. Para estos movimientos, no sería posible crear una sociedad anarquista, comunista, socialista si no se realizaba una revolución mundial. En el caso concreto del feminismo, no se puede deconstruir la dominación masculina occidental o al patriarcado3 en donde éste aún existe, si no se trabaja mundialmente en contra de la subordinación de las mujeres.

La idea de internacionalización o de globalizar al mundo no nace del capitalismo liberal, más bien de la resistencia a toda la miseria que provoca ese sistema. Aquí me estoy refiriendo a todas las formas de miseria, desde la material hasta la espiritual. Hace unos 18 ó 20 años apareció el neoliberalismo pretendiendo vender la idea de que nadie puede escapar de él. Junto a éste aparece la globalización4 que, siendo parte de un proyecto de expansión del capitalismo y de los valores de occidente de la dominación masculina, produce efectos paradójicos.

La globalización es un nuevo orden mundial que al mismo tiempo también es desorden, ya que, a través de establecer nuevas formas de producir, de relaciones de producción, de consumir, actuar y estar en el mundo, también ha producido y produce, vacío de valores en todos los ámbitos de la sociedad, pero trae consigo nuevos valores y principios. Este nuevo orden-desorden está basado en la economía de mercado, en la gran producción de mercancías, en el lucro, en el consumo, en la tecnología, el conocimiento, la experiencia, en las organizaciones sociales, económicas, políticas, en la comunicación y, sobre todo, en los medios de comunicación,5 especialmente los telemáticos.

En los últimos años, tanto las agencias de publicidad como los medios de comunicación tradicionales (radio, televisión, prensa, etc.) vienen haciendo investigaciones sobre los gustos, preferencias y las diferencias entre los consumidores receptores. Los consumidores/as, según estas investigaciones, ya no son aquellos seres pasivos, exigen productos de calidad, buenos precios, productos adecuados a sus formas y estilos de vida, por lo que son concebidos por algunas empresas como consumidores/productores.

La globalización no puede disociarse del discurso neoliberal que está ligado a las teorías de gerenciamiento, del saber-hacer o know-how, entrepreneur, de responsabilidad. En este proceso de globalización no se habla más de poder, dominación, y sí de cuestión gerencial, de marketing, no existen más obreros y capitalistas, y sí trabajadores de servicios y del conocimiento. Las palabras mágicas son: eficiencia, productividad y gerenciamiento. Este discurso despolitiza, diluye, esconde lo que produce y se encuentra detrás del trabajo asalariado y de la superproducción de mercancías: producción de subjetividad capitalista.

Janice Caifa retoma a Guattari, en su artículo "Mídia e Poderes: Algumas Notas e Breve Esboço de Estrategias", y habla de la habilidad, de la destreza del capitalismo a partir de una problemática del deseo y de la producción de subjetividad: "Parece que existe en ese cuadro una fuerte presencia de una problemática del deseo. Como si el capitalismo hubiera entendido mejor, tal vez, que otras formas de dominación, la necesidad de llegar a lo más profundo de las personas, a lo infrapersonal, como un modelo, intromisor, productor". Guattari observa que "el capitalismo comprendió la producción de subjetividad. Precisamente es desde allí, que viene su extrema destreza, su habilidad molecular, pues se ramifica, multiplica sus vías y llega a lo más local, a las micro-regiones, de las instancias productoras de sujetos. Los mismos conglomerados capitalistas dependen, de hecho, de esa filamentación a nivel del deseo. Los propios equipos colectivos de producción de lucro y explotación se aplican a esos dispositivos sutiles, y cuya acción es difícilmente discernible si no se está alerta".

Las empresas, con el neoliberalismo, pretenden dejar de tener jerarquías, están conformándose en redes de información, no existe más autoridad piramidal. Los/as asalariados/as, trabajadores/as de servicios y del conocimiento se sienten parte de la empresa, a estos últimos su nivel económico les permite algunas veces hasta invertir en la bolsa de valores y consumir mercancías que ofrece la tecnocultura. Los/as trabajadores/as pasaron a creer, como dice Mattelart, que son un todo y también parte de ese todo.

mmm como larguito jeje besos

Cristián Gómez (bajo) dijo...

pero ta weno :)

sigo leyendo

... ta maire, quiero puro ser músico :(

me gusta mi microempresa, porque puedo ser artechsano, levantare tarde y dormir siesta ... hablar con mmis amigos chinos, buscar productos buenos bonitos y baratos .... pero así y todo ... me gusta más la música :(

umita dijo...

igual como a mi la danza!, te entiendo, uff como te entiendo si chócale somos pololos jajaja, besos mi amor...

Cristián Gómez (bajo) dijo...

:(

:)

jja linda

bue ... afortunadamente nos gusta todo lo que hacemos }:)

jeje